¿Alguna vez te has puesto protector solar y has pensado que habías hecho un buen trabajo, sólo para darte cuenta unas horas más tarde de que todavía te has quemado? No eres el único.
Lo más probable es que se haya saltado algún paso fundamental en su rutina de aplicación de la protección solar. Desde la selección del protector hasta los pasos que debes dar antes, durante y después de exponerte al sol, hay muchas cosas que debes tener en cuenta.
Por eso compartimos esta guía rápida y sencilla para ayudarte a mantener tu piel protegida durante todo el verano, y todo el año. Considere que viene noviembre, y puede aprovechar en obtener las mejores ofertas en el buen fin.
Comprueba tu protector solar
Ya hemos hablado antes de la selección del protector adecuado para tu piel. En última instancia, debes encontrar un protector con FPS 30 o superior, resistente al agua y que ofrezca una cobertura de amplio espectro.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es si el protector está caducado o no. Aunque las autoridades sanitarias exigen que todos los protectores solares conserven su potencia original durante tres años, algunos protectores solares no incluyen la fecha de caducidad.
Es un buen hábito invertir en un nuevo suministro de protector cada año y estar atento a cualquier cambio obvio de color o consistencia en su protector. Si crees que tienes un bote caducado, hazte con nuevos refuerzos. Tu piel te lo agradecerá.
Utiliza la cantidad adecuada de protector solar
Según academias dermatológicas, la mayoría de la gente sólo se aplica entre el 25 y el 50 por ciento de la cantidad recomendada de protector en su piel. Para que te hagas una idea de la cantidad correcta de protector, un adulto medio necesita al menos una onza -o un puñado- de protector para cubrir todo su cuerpo.
Aplicar correctamente
El protector tarda unos 15 minutos en absorberse en la piel. Por lo tanto, asegúrese de aplicar el protector al menos 15 minutos antes de la exposición al sol. Aplicar el protector después de la exposición al sol es una de las principales causas de las quemaduras solares.
Además, recuerde cubrirse todo el cuerpo, especialmente las partes de la piel que no están cubiertas. No olvide aplicar la protección solar en el cuello, la cara, las orejas y la parte superior de los pies y las manos. Estas son las zonas en las que es más frecuente el cáncer de piel. Además, asegúrate de proteger tus labios del cáncer de piel con un bálsamo labial de FPS 15 o superior.
Reaplicar el protector solar
Uno de los mayores errores que comete la gente es ponerse el protector solar una vez y no volver a aplicarlo a lo largo del día. Si estás nadando o sudando, el protector solar se desprenderá y te dejará expuesto a los dañinos rayos UV. Incluso si no está nadando o sudando, siempre es una buena idea reaplicar el protector solar cada dos horas que pase al aire libre.
Si está cerca de la nieve, la arena o el agua, la necesidad de protección solar aumenta, ya que estas superficies tienden a reflejar más los rayos solares, dejándole más expuesto a los dañinos rayos UV.
Llevar una alimentación saludable, sobre todo con frutas y verduras, ayudará a tu cuerpo a tener una óptima recuperación celular.
